Hoy contaré el caso de la tumba de Víctor Noir
En el cementerio parisino de Pere Lachaise se halla esta tumba, la de Victor Noir, periodista francés asesinado en 1870. Y por lo visto, la tumba y la estatua que la cubre, célebre por su generosa entrepierna, han quedado hoy reabiertas al público.
Hasta aquí bien. Pero ¿por qué ha sido reabierta al público? ¿Por qué ha tenido que ser protegida con vallas durante meses? Pues para "protegerla de las mujeres que adjudican a sus atributos poderes fertilizantes".
Dice el teletipo que "mujeres deseosas de quedar embarazadas acostumbran a ir a la tumba para acariciar o frotarse sobre la parte más llamativa de la estatua o bien sobre la punta de sus botas".
Hace unas semanas, en respuesta a las quejas de algunos visitantes del cementerio parisino de Pere Lachaise, la Alcaldía ordenó el vallado de la tumba, con el siguiente cartel: "Toda degradación por medio de grafiti, tocamientos indecentes u otros medios puede ser perseguida".
Las vallas han sido retiradas hoy por orden del teniente de alcalde de París: "No deseo que caigamos en los defectos estadounidenses de una pudibundez exagerada" - ha dicho.
Y lo que más me jode es que yo estuve en Pere Lachaise, un día de mucha lluvia, y me marché sin tocar protuberancia alguna.