La carne es triste y he leído todos los libros, y ahora va a resultar que des oiseaux sont ivres. Si Mallarmé levantara la cabeza vería que la corrupción moral de nuestro tiempo ha alcanzado a las aves. En Viena, una bandada de pájaros borrachos ha disparado todas las alarmas de la gripe aviar. Los pájaros, que venían del bar, son del tipo bombilla garrulus y, según los científicos, cuando colisionaron contra los cristales de un edificio estaban totalmente “alcoholizados”. Así que no hay problema con la gripe, pero OJO, porque otro tipo de extraños comportamientos animales, parecen transmitirse a los humanos. Esta mañana, dando vueltas a la rotonda, pensé que Dios era un DJ, y nosotros una melodía repetida tontamente entre sus manos.