La imagen de Eugen Sandow, el forzudo de largos bigotes sosteniendo una pesa de bolas, es una especie de icono universal. Sin embargo son pocos los que conocen la verdadera historia de este prusiano, auténtico pionero de lo que hoy conocemos como Culturismo.
No conforme con ser un simple forzudo de circo, Sandow comenzó a trabajar sus músculos como si se tratara de una obra de arte. Su espectáculo, aquellas torsiones hasta entonces nunca vistas, tuvo tal éxito que se convirtió en uno de los personajes más conocidos de Gran Bretaña. Cada una de sus actuaciones era seguida por miles de personas;el propio Edison no pudo dejar de filmar aquel prodigio.
Había que ver al Sandow que describen las crónicas, paseando medio en pelotas, sosteniendo un pony en vilo en mitad de la pista. La historia nos ha dejado una galería de seguidores de Sandow digna de tener en cuenta. Un paseo por el Sandowmuseum los fijará para siempre en vuestras retinas.