A mediados de los años 60 la multinacional ITT construyó una estación polar en la Antártida, la “Byrd Station”, con un par de torres de hasta 35 metros de altura. Esta estación polar, al igual que otras muchas en el polo Sur, fue abandonada por los americanos en la década de los 80 y hoy permanece sepultada a varios metros bajo el hielo. La imagen, tomada varios años después, muestra cómo el hielo ha enterrado incluso las grúas que se utilizaron para su construcción. Está extraída de iceagenow.com, la página de un científico que asegura que los casquetes polares, lejos de estar disminuyendo por el efecto invernadero, están creciendo a un ritmo constante y amenazador para la vida en la Tierra. (otro friki, claro)