Hasta hace unos meses, los huesos del gigantesco submarino alemán U534 descansaban en el puerto de Liverpool. Ahora, las autoridades han decidido cerrar el antiguo museo de Merseyside y construir pisos de lujo. El submarino ha sido trasladado a un solar donde permanece de manera provisional. Muy pronto, a pesar de las protestas, será devuelto a su propietario danés.
El U534 es el único submarino alemán recuperado después de haber sido hundido por los aliados. Su solitario casco ha permanecido en el puerto durante años como una enorme ballena fuera del agua, el entorno de fábricas le daba un aire aún más fantasmal.
El viejo gigante fue recuperado del fondo del mar en 1993. Un submarinista danés lo había encontrado e identificado años antes al norte de la isla de Anholt. Cuando lo sacaron a la superficie, después de 48 años bajo el agua, su casco, aunque oxidado, estaba casi intacto.
En la mañana del 5 de mayo de 1945, el U534 fue interceptado por un escuadrón de la RAF mientras se dirigía a aguas de Noruega. Después de ser alcanzado, su estructura se hundió tan lentamente que 47 de sus 52 tripulantes pudieron salvar la vida. El resto quedaron atrapados en la sala de torpedos.
El U534 era uno de los modelos más viejos del ejército alemán, un submarino de la clase IXC/40, poco maniobrable pero con una autonomía de unas 16.800 millas. Tenía problemas de condensación y el olor en su interior, al cabo de varias jornadas, se hacía insoportable.
Pocos meses después de ser reflotado y conducido a Liverpool, uno de sus antiguos tripulantes, un anciano superviviente del ejército alemán, entró en el interior del submarino en busca de sus recuerdos. Según contó, sus cosas estaban tal y como él las había dejado aquella mañana de 1945.
El U534 es el único submarino alemán recuperado después de haber sido hundido por los aliados. Su solitario casco ha permanecido en el puerto durante años como una enorme ballena fuera del agua, el entorno de fábricas le daba un aire aún más fantasmal.
El viejo gigante fue recuperado del fondo del mar en 1993. Un submarinista danés lo había encontrado e identificado años antes al norte de la isla de Anholt. Cuando lo sacaron a la superficie, después de 48 años bajo el agua, su casco, aunque oxidado, estaba casi intacto.
En la mañana del 5 de mayo de 1945, el U534 fue interceptado por un escuadrón de la RAF mientras se dirigía a aguas de Noruega. Después de ser alcanzado, su estructura se hundió tan lentamente que 47 de sus 52 tripulantes pudieron salvar la vida. El resto quedaron atrapados en la sala de torpedos.
El U534 era uno de los modelos más viejos del ejército alemán, un submarino de la clase IXC/40, poco maniobrable pero con una autonomía de unas 16.800 millas. Tenía problemas de condensación y el olor en su interior, al cabo de varias jornadas, se hacía insoportable.
Pocos meses después de ser reflotado y conducido a Liverpool, uno de sus antiguos tripulantes, un anciano superviviente del ejército alemán, entró en el interior del submarino en busca de sus recuerdos. Según contó, sus cosas estaban tal y como él las había dejado aquella mañana de 1945.
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