Superman captura a Hitler y Stalin
El 27 de febrero de 1940, en plena II Guerra Mundial, la revista 'Look' publica una historieta especial de Superman titulada “Cómo terminaría Superman la guerra” (“How Superman would end the war”) en la que el superhéroe acaba capturando a Hitler y a Stalin y entregándolos para que sean juzgados en la Sociedad de Naciones. Unas semanas después, y aunque parezca mentira, las mismísimas SS se dan por aludidas y publican un insultante artículo contra Superman y contra su creador, Jerry Siegel, al que tildan de judío “intelectual y físicamente circuncidado”. Ésta es la historia:
La primera viñeta del cómic para la revista 'Look' –diseñado por Siegel y Joe Shuster – presenta a Superman corriendo hacia las líneas alemanas y destrozando cuanto encuentra su paso. Unas cuantas viñetas más adelante, se introduce en un búnker, agarra a Hitler por el cuello y se lo lleva volando por los aires en dirección a Moscú. “Joe, te presento a Adolf” – dice Superman ante un patidifuso Stalin. Un momento después, y sin tiempo para más presentaciones, Superman agarra a los dos dictadores de la pechera y se los lleva volando en dirección a Ginebra, hacia la sede de la Sociedad de Naciones. (Seguir leyendo)
La imagen de Superman entrando en la gran sala con Hitler y Stalin bajo el brazo provoca aún cierta dosis de emoción. “Señores, – dice Superman – aquí les traigo a los dos canallas responsables de los males de Europa ¿Cuál es su veredicto?”. Y la comunidad internacional no duda en condenar a ambos dictadores por sus crímenes contra la Humanidad.
Más allá de la naturaleza propagandística de la historieta (aunque a aquellas alturas EEUU aún no había entrado en la guerra), lo que más llama la atención es que la respuesta que el régimen nazi daría unas semanas después a través de una de las revistas oficiales de las SS.
El 25 de abril de 1940, el “Schwarze Korps”, revista semanal de las SS, publica un artículo titulado “¡Siegel ataca!”, en el que califican al autor del cómic de judío “intelectualmente circuncidado”, creador de un personaje “de apariencia inexpresiva, con un bañador rojo y la habilidad de desplazarse volando por el éter”. Además de tachar a Siegel de ‘pesetero’ y “saduceo”, los autores del artículo se divierten cachondeándose abiertamente de Superman, un “musculitos” de “poses bastante raras”, que se entretiene “desviando cañonazos como si fueran Spaghetti”.
Respecto a su triunfal entrada en la Sociedad de Naciones, los autores del artículo critican que Superman se salte las más elementales normas de protocolo de una institución, que “seguramente prohíba la participación de personas en traje de baño en sus deliberaciones” “Pero Superman ignora esto, – prosigue el artículo – igual que ignora las más sencillas leyes de la física, la lógica y la vida en general”
Para terminar, el artículo de las SS lanza un último desprecio al trabajo de Siegel. “Trabaja en la oscuridad – dice – de una manera incomprensible. Él grita “¡Fuerza!” ¡Coraje! ¡Justicia!, a las anhelantes y nobles generaciones de niños americanos, pero en lugar de enseñarles sanas virtudes, inculca el odio y la maldad en sus corazones”. “Jerry Siegel apesta” – concluye el artículo – ¡Pobres jóvenes americanos, que deben vivir en un ambiente envenenado sin siquiera ser conscientes del veneno que les ofrecen cada día!”.
Más: 1, 2 y 3
Después de esta historia, comprenéréis que crezca mi simpatía hacia el bueno de Superman. Aquí os dejo algunas de las mejores portadas de aquellos años, en las que tuvo que combatir tan duramente contra las hordas nazis y japonesas. Espero que las disfrutéis. Todas están sacadas de Superdickery, una imprescindible recopilación de cómics.
La primera viñeta del cómic para la revista 'Look' –diseñado por Siegel y Joe Shuster – presenta a Superman corriendo hacia las líneas alemanas y destrozando cuanto encuentra su paso. Unas cuantas viñetas más adelante, se introduce en un búnker, agarra a Hitler por el cuello y se lo lleva volando por los aires en dirección a Moscú. “Joe, te presento a Adolf” – dice Superman ante un patidifuso Stalin. Un momento después, y sin tiempo para más presentaciones, Superman agarra a los dos dictadores de la pechera y se los lleva volando en dirección a Ginebra, hacia la sede de la Sociedad de Naciones. (Seguir leyendo)
La imagen de Superman entrando en la gran sala con Hitler y Stalin bajo el brazo provoca aún cierta dosis de emoción. “Señores, – dice Superman – aquí les traigo a los dos canallas responsables de los males de Europa ¿Cuál es su veredicto?”. Y la comunidad internacional no duda en condenar a ambos dictadores por sus crímenes contra la Humanidad.
Más allá de la naturaleza propagandística de la historieta (aunque a aquellas alturas EEUU aún no había entrado en la guerra), lo que más llama la atención es que la respuesta que el régimen nazi daría unas semanas después a través de una de las revistas oficiales de las SS.
El 25 de abril de 1940, el “Schwarze Korps”, revista semanal de las SS, publica un artículo titulado “¡Siegel ataca!”, en el que califican al autor del cómic de judío “intelectualmente circuncidado”, creador de un personaje “de apariencia inexpresiva, con un bañador rojo y la habilidad de desplazarse volando por el éter”. Además de tachar a Siegel de ‘pesetero’ y “saduceo”, los autores del artículo se divierten cachondeándose abiertamente de Superman, un “musculitos” de “poses bastante raras”, que se entretiene “desviando cañonazos como si fueran Spaghetti”.
Respecto a su triunfal entrada en la Sociedad de Naciones, los autores del artículo critican que Superman se salte las más elementales normas de protocolo de una institución, que “seguramente prohíba la participación de personas en traje de baño en sus deliberaciones” “Pero Superman ignora esto, – prosigue el artículo – igual que ignora las más sencillas leyes de la física, la lógica y la vida en general”
Para terminar, el artículo de las SS lanza un último desprecio al trabajo de Siegel. “Trabaja en la oscuridad – dice – de una manera incomprensible. Él grita “¡Fuerza!” ¡Coraje! ¡Justicia!, a las anhelantes y nobles generaciones de niños americanos, pero en lugar de enseñarles sanas virtudes, inculca el odio y la maldad en sus corazones”. “Jerry Siegel apesta” – concluye el artículo – ¡Pobres jóvenes americanos, que deben vivir en un ambiente envenenado sin siquiera ser conscientes del veneno que les ofrecen cada día!”.
Más: 1, 2 y 3
Después de esta historia, comprenéréis que crezca mi simpatía hacia el bueno de Superman. Aquí os dejo algunas de las mejores portadas de aquellos años, en las que tuvo que combatir tan duramente contra las hordas nazis y japonesas. Espero que las disfrutéis. Todas están sacadas de Superdickery, una imprescindible recopilación de cómics.