El 1 de mayo de 1983, durante un entrenamiento de la Fuerza Aérea Israelí, un F-15D colisiona en el aire con un A-4 Skyhawk. El ala derecha del Eagle es arrancada de cuajo pero el piloto, Zivi Nadavi, no lo sabe. Ninguna señal se lo indica en su panel de control, así que decide desobedecer a su instructor y seguir adelante. Poco a poco recupera el control del F-15 y consigue aterrizarlo. “Una vez en la pista – cuenta Nadavi - me di la vuelta para darle la mano al instructor. Solo entonces vi que no tenía ala”. [via]