A principios de los años 90, el Gobierno de Estados Unidos tomó la decisión de levantar un muro de separación en la frontera de San Diego con Tijuana para evitar la inmigración ‘ilegal’. El resultado fue una valla de más de 20 kilómetros que comienza en el desierto y termina adentrándose en pleno océano Pacífico, una imagen surrealista que aún hoy día sigue asombrando a los bañistas que llegan hasta el lugar.
Vigilados muy de cerca por los agentes de inmigración, los paseantes de uno y otro lado se miran a través de la frontera sin comprender muy bien la situación. En el lado mexicano saben bien que desde que la administración de Bill Clinton levantó la valla el número de inmigrantes muertos no ha parado de crecer. A lo largo de todo el muro se extienden las pancartas de protesta, carteles que recuerdan a las personas que mueren cada año tratando de cruzar. Las asociaciones humanitarias culpan al muro del aumento en el número de muertes, dado que obliga a los inmigrantes a desplazarse a zonas más peligrosas en el interior del desierto de Arizona. (Seguir leyendo)
La situación ha llevado a algunas personas a movilizarse en contra de la valla. En agosto de 2005, en un acto simbólico de protesta, un hombre-bala profesional, David Smith, se hizo disparar desde el lado mexicano al lado estadounidense ante las aclamaciones de la multitud.
Más recientemente, en el verano de 2006, un grupo de chavales se lanzó a disputar el primer partido internacional de voleibol fronterizo, una modalidad consistente en practicar este deporte por encima de las distintas fronteras que siembran el planeta.
Desgraciadamente, la denominada Operación Gatekeeper (Operación Guardián) fue solo el principio de un progresivo endurecimiento de las leyes de inmigración estadounidenses, que ha culminado con el proyecto de construir un gran muro desde un extremo a otro del país. Os dejo algunas fotografías que os darán una idea más exacta de cómo es aquel lugar:
Ver también: Paisaje con familia que corre
Vigilados muy de cerca por los agentes de inmigración, los paseantes de uno y otro lado se miran a través de la frontera sin comprender muy bien la situación. En el lado mexicano saben bien que desde que la administración de Bill Clinton levantó la valla el número de inmigrantes muertos no ha parado de crecer. A lo largo de todo el muro se extienden las pancartas de protesta, carteles que recuerdan a las personas que mueren cada año tratando de cruzar. Las asociaciones humanitarias culpan al muro del aumento en el número de muertes, dado que obliga a los inmigrantes a desplazarse a zonas más peligrosas en el interior del desierto de Arizona. (Seguir leyendo)
La situación ha llevado a algunas personas a movilizarse en contra de la valla. En agosto de 2005, en un acto simbólico de protesta, un hombre-bala profesional, David Smith, se hizo disparar desde el lado mexicano al lado estadounidense ante las aclamaciones de la multitud.
Más recientemente, en el verano de 2006, un grupo de chavales se lanzó a disputar el primer partido internacional de voleibol fronterizo, una modalidad consistente en practicar este deporte por encima de las distintas fronteras que siembran el planeta.
Desgraciadamente, la denominada Operación Gatekeeper (Operación Guardián) fue solo el principio de un progresivo endurecimiento de las leyes de inmigración estadounidenses, que ha culminado con el proyecto de construir un gran muro desde un extremo a otro del país. Os dejo algunas fotografías que os darán una idea más exacta de cómo es aquel lugar:
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