La causa por la que las mantas-raya saltan fuera del agua y vuelan sobre la superficie del mar sigue siendo un misterio para los científicos. Aunque el fenómeno ha sido raramente registrado, contrastados testimonios hablan de mantas gigantes elevándose hasta un metro y medio por encima del mar.
Los expertos atribuyen este comportamiento a varias posibles causas, como un intento de deshacerse de los parásitos, o un extraño ritual de apareamiento, pero no terminan de encontrar la auténtica razón. (Seguir leyendo)
No obstante, los ejemplares que saltan con más frecuencia son los pertenecientes a una variedad de menor tamaño, conocida como "mobula". En el verano de 2005 Paul Albert y su hermano Michael se encontraban en el Mar de Cortés, en la Baja California, cuando fueron testigos de uno de los espectáculos más prodigiosos que uno pueda imaginar. Centenares de mobulas saltaban por todas partes en un baile enloquecedor.
Guiados por pescadores locales, se dirigieron con su cámara al lugar donde cada tarde se producía el milagro y tomaron decenas de fotografías. El resultado fue el reportaje “The Flying Mobulas of the Sea of Cortez”, del que forman parte algunas de las imágenes de este post.
Os dejo las escasas fotografías que he podido encontrar y un par de vídeos realizados por usuarios particulares, que considero de gran valor. El último es solo para que os hagáis una idea de lo que puede significar cruzarse con uno de estos grupos en alta mar.
Los expertos atribuyen este comportamiento a varias posibles causas, como un intento de deshacerse de los parásitos, o un extraño ritual de apareamiento, pero no terminan de encontrar la auténtica razón. (Seguir leyendo)
No obstante, los ejemplares que saltan con más frecuencia son los pertenecientes a una variedad de menor tamaño, conocida como "mobula". En el verano de 2005 Paul Albert y su hermano Michael se encontraban en el Mar de Cortés, en la Baja California, cuando fueron testigos de uno de los espectáculos más prodigiosos que uno pueda imaginar. Centenares de mobulas saltaban por todas partes en un baile enloquecedor.
Guiados por pescadores locales, se dirigieron con su cámara al lugar donde cada tarde se producía el milagro y tomaron decenas de fotografías. El resultado fue el reportaje “The Flying Mobulas of the Sea of Cortez”, del que forman parte algunas de las imágenes de este post.
Os dejo las escasas fotografías que he podido encontrar y un par de vídeos realizados por usuarios particulares, que considero de gran valor. El último es solo para que os hagáis una idea de lo que puede significar cruzarse con uno de estos grupos en alta mar.
Advertencia: Imágenes cortesía de Michael Albert y Doc White. No reproducir sin su permiso.
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