El mecanismo de defensa del Tremoctopus, o pulpo-manta, le convierte en uno de los seres más singulares del reino animal. Cuando este pulpo se siente amenazado, es capaz de desplegar una gigantesca capa que le permite escapar de sus desconcertados atacantes. La manta proporciona al pulpo protección y le da un aspecto inquietante, se agita mientras avanza como un fantasma de las profundidades. Además, si el depredador comete la osadía de morderla, la manta se desprende y se enrolla en torno a su boca, de manera que el pulpo escapa sin mayores dificultades. Podéis ver este extraño comportamiento en este vídeo, colgado por Pinktentacle y del que me ha avisado el gran Xenmate.