Una mañana cualquiera, el paseante de Munich puede encontrarse con la siguiente escena en pleno centro de la ciudad:
No se trata de una alucinación, ni de un montaje publicitario. El vídeo está grabado en el centro de Munich, sobre uno de los puentes que cruza el río Eisbach a su paso por el 'Jardín Inglés'. (Seguir leyendo) (English)
La tradición de surfear en este lugar se remonta al año 1972, año en que algunos surferos locales decidieron que la playa quedaba demasiado lejos.
La ola se forma de manera natural al chocar el agua contra las rocas del río. Los surferos acuden aquí durante todo el año, aunque como bien indica el nombre del río (Eisbach, río de hielo) es conveniente hacerlo con un traje de neopreno. Como veréis en las imágenes, los aficionados se turnan para ir subiendo de uno en uno a la ola hasta que caen al agua y se sube el siguiente.
Hoy día, surfear sobre el río Eisbach se ha convertido en una auténtica tradición. Cada año se celebra una gran competición en otro lugar de la ciudad, en el Floßlände, a la que acuden surfistas de todo el mundo a realizar sus acrobacias.
Aunque es raro que sucedan accidentes, esta práctica no deja de entrañar cierto peligro. El agua adquiere bastante velocidad al salir del puente y la roca se encuentra a solo 40 centímetros bajo la superficie, con lo que un mal cálculo puede resultar fatal.
Y por supuesto, los carteles de advertencia dispuestos en la zona (Prohibido surfear y bañarse) surten bastante poco efecto a la hora de parar a los surfistas.
Más: 1, 2, 3, 4 / In English: Urban surfing
Ver también: Pororoca la gran ola del amazonas
La tradición de surfear en este lugar se remonta al año 1972, año en que algunos surferos locales decidieron que la playa quedaba demasiado lejos.
La ola se forma de manera natural al chocar el agua contra las rocas del río. Los surferos acuden aquí durante todo el año, aunque como bien indica el nombre del río (Eisbach, río de hielo) es conveniente hacerlo con un traje de neopreno. Como veréis en las imágenes, los aficionados se turnan para ir subiendo de uno en uno a la ola hasta que caen al agua y se sube el siguiente.
Hoy día, surfear sobre el río Eisbach se ha convertido en una auténtica tradición. Cada año se celebra una gran competición en otro lugar de la ciudad, en el Floßlände, a la que acuden surfistas de todo el mundo a realizar sus acrobacias.
Aunque es raro que sucedan accidentes, esta práctica no deja de entrañar cierto peligro. El agua adquiere bastante velocidad al salir del puente y la roca se encuentra a solo 40 centímetros bajo la superficie, con lo que un mal cálculo puede resultar fatal.
Y por supuesto, los carteles de advertencia dispuestos en la zona (Prohibido surfear y bañarse) surten bastante poco efecto a la hora de parar a los surfistas.
Más: 1, 2, 3, 4 / In English: Urban surfing
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