Al término de la II Guerra Mundial, las fuerzas aliadas comprendieron que sus bases aéreas y portaaviones habían sido demasiado vulnerables a los ataques del enemigo y decidieron estudiar otras estrategias. A finales de los años 40, la Marina estadounidense se planteó la posibilidad de trasladar aviones en buques más pequeños que permitieran mayor maniobrabilidad y encargó a varias compañías la construcción de unas aeronaves capaces de despegar en unos escasos metros de terreno. De esta forma, surgieron los primeros prototipos VTOL (Vertical Take Off and Landing) capaces de despegar y aterrizar en posición vertical desde pequeñas plataformas como si se tratara de cohetes.
La idea de los norteamericanos era que una guerra a gran escala se decidiría en las primeras 24 horas y se inclinaría del lado del que primero neutralizara las pistas aéreas del enemigo, de modo que un modelo que no necesitara espacio para despegar podría resultar determinante. Para construirlos, los ingenieros se inspiraron en modelos ya existentes, como el misterioso Focke Wulf Triebflugel, un prototipo con 3 turborreactores unidos a un anillo giratorio que no llegó a construirse pero cuyo diseño fue encontrado entre los papeles de los nazis. Además, y como no podía ser menos, la idea de una aeronave preparada para el despegue y aterrizaje vertical había sido patentada unos años antes por Nikola Tesla, quien diseñó una poderosa turbina sin hélices y predijo – antes de que nadie soñara con ello - el desarrollo de los motores de reacción. (Seguir leyendo) (English)
1. El XFY-1 Pogo
En el año 1947, la US Navy encargó a las compañías Lockheed y Convair el diseño de sendas aeronaves capaces de despegar verticalmente. Después de meses de duro trabajo, la Lockheed desarrolló el XFV, que no dio los resultados esperados, y Convair puso en marcha el increíble XFY-1 Pogo, un pequeño avión con un motor de gran potencia en la parte delantera, capaz de elevarse verticalmente (como podéis ver en el vídeo) y de recuperar la posición horizontal una vez en vuelo.
Sin embargo, el XFY-1 seguía presentando algunos problemas que lo hacían poco operativo. El piloto debía darse la vuelta y mirar hacia abajo a la hora de aterizar, y disponía de una cuerda por la que descender del avión en caso de aterrizaje de emergencia. El proyecto fue cancelado.
2. El coleóptero
En aquellos mismos años, el Ejército francés desarrolló el SNECMA C450, bautizado como “le Coléoptère”, un vehículo de aspecto futurista cuyo fuselaje estaba cubierto de un enorme anillo y cuya cabina permitía al piloto variar de posición en las distintas fases del vuelo. Este prototipo fue construido con la ayuda del ingeniero alemán Von Zborowski, compañero de Von Braun e igualmente recuperado para la causa aliada, en este caso por los franceses. Para el proyecto, Von Zborowski recicló una de las armas secretas preparadas por Hitler al final de la guerra, cuando los bombardeos dejaban a los alemanes sin pistas de aterrizaje.
El coleóptero realizó numerosos vuelos de prueba hasta que, el 25 de julio de 1959, el único prototipo cayó al suelo desde una altura de 900 metros. El piloto saltó en paracaídas y resultó malherido.
3. El Vertijet
De entre todos los modelos que se construyeron en aquellos años, quizá el más avanzado fuera el X-13 Vertijet, desarrollado por los ingenieros de la compañía Ryan y que contaba con la ventaja de disponer de una plataforma lanzadera. El X-13 medía 7,14 metros de longitud y disponía de un turborreactor Rolls-Royce de 45 kN de empuje. El morro acababa en un poste con un gancho que se usaba para agarrar un cable de la plataforma de aterrizaje, que era colocada en horizontal una vez que el avión había aterrizado.
Se construyeron dos prototipos que realizaron algunos vuelos de exhibición, uno de ellos sobre Washington D.C., con aterrizaje en el Pentágono (merece la pena ver el vídeo).
Finalmente, las Fuerzas Aéreas estadounidenses terminaron cancelando todos estos proyectos por falta de operatividad, pero su creación supuso un auténtico avance en el campo aeronáutico y en el diseño de lo que serían los cazas actuales.
* La mayoría de las imágenes de este post están sacadas de esta página francesa, una auténtica maravilla.
Más info y fuentes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 / In English: First VTOL (Vertical Take Off and Landing) prototypes
Ver también: El día en que un Harrier de la Royal Navy aterrizó sobre un mercante canario / La verdad sobre los viajes a la Luna / Dryden, el gran laboratorio de la NASA
La idea de los norteamericanos era que una guerra a gran escala se decidiría en las primeras 24 horas y se inclinaría del lado del que primero neutralizara las pistas aéreas del enemigo, de modo que un modelo que no necesitara espacio para despegar podría resultar determinante. Para construirlos, los ingenieros se inspiraron en modelos ya existentes, como el misterioso Focke Wulf Triebflugel, un prototipo con 3 turborreactores unidos a un anillo giratorio que no llegó a construirse pero cuyo diseño fue encontrado entre los papeles de los nazis. Además, y como no podía ser menos, la idea de una aeronave preparada para el despegue y aterrizaje vertical había sido patentada unos años antes por Nikola Tesla, quien diseñó una poderosa turbina sin hélices y predijo – antes de que nadie soñara con ello - el desarrollo de los motores de reacción. (Seguir leyendo) (English)
1. El XFY-1 Pogo
En el año 1947, la US Navy encargó a las compañías Lockheed y Convair el diseño de sendas aeronaves capaces de despegar verticalmente. Después de meses de duro trabajo, la Lockheed desarrolló el XFV, que no dio los resultados esperados, y Convair puso en marcha el increíble XFY-1 Pogo, un pequeño avión con un motor de gran potencia en la parte delantera, capaz de elevarse verticalmente (como podéis ver en el vídeo) y de recuperar la posición horizontal una vez en vuelo.
Sin embargo, el XFY-1 seguía presentando algunos problemas que lo hacían poco operativo. El piloto debía darse la vuelta y mirar hacia abajo a la hora de aterizar, y disponía de una cuerda por la que descender del avión en caso de aterrizaje de emergencia. El proyecto fue cancelado.
2. El coleóptero
En aquellos mismos años, el Ejército francés desarrolló el SNECMA C450, bautizado como “le Coléoptère”, un vehículo de aspecto futurista cuyo fuselaje estaba cubierto de un enorme anillo y cuya cabina permitía al piloto variar de posición en las distintas fases del vuelo. Este prototipo fue construido con la ayuda del ingeniero alemán Von Zborowski, compañero de Von Braun e igualmente recuperado para la causa aliada, en este caso por los franceses. Para el proyecto, Von Zborowski recicló una de las armas secretas preparadas por Hitler al final de la guerra, cuando los bombardeos dejaban a los alemanes sin pistas de aterrizaje.
El coleóptero realizó numerosos vuelos de prueba hasta que, el 25 de julio de 1959, el único prototipo cayó al suelo desde una altura de 900 metros. El piloto saltó en paracaídas y resultó malherido.
3. El Vertijet
De entre todos los modelos que se construyeron en aquellos años, quizá el más avanzado fuera el X-13 Vertijet, desarrollado por los ingenieros de la compañía Ryan y que contaba con la ventaja de disponer de una plataforma lanzadera. El X-13 medía 7,14 metros de longitud y disponía de un turborreactor Rolls-Royce de 45 kN de empuje. El morro acababa en un poste con un gancho que se usaba para agarrar un cable de la plataforma de aterrizaje, que era colocada en horizontal una vez que el avión había aterrizado.
Se construyeron dos prototipos que realizaron algunos vuelos de exhibición, uno de ellos sobre Washington D.C., con aterrizaje en el Pentágono (merece la pena ver el vídeo).
Finalmente, las Fuerzas Aéreas estadounidenses terminaron cancelando todos estos proyectos por falta de operatividad, pero su creación supuso un auténtico avance en el campo aeronáutico y en el diseño de lo que serían los cazas actuales.
* La mayoría de las imágenes de este post están sacadas de esta página francesa, una auténtica maravilla.
Más info y fuentes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 / In English: First VTOL (Vertical Take Off and Landing) prototypes
Ver también: El día en que un Harrier de la Royal Navy aterrizó sobre un mercante canario / La verdad sobre los viajes a la Luna / Dryden, el gran laboratorio de la NASA