A mediados de los años 50 la NASA comenzó a experimentar con un tipo de vehículos denominados “lifting bodies”, cuya estructura recordaba extrañamente a una bañera. Desprovistos de alas, aquellos prototipos fueron diseñados como vía de reentrada a la atmósfera en caso de que los astronautas tuvieran problemas. Finalmente, el diseño de aquellas “bañeras voladoras” evolucionó hasta propiciar la creación de los primeros transbordadores espaciales.
Ver también: Dryden, el laboratorio de la NASA
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