El paciente H.M. permanece recluido en una habitación de Hartford, Connecticut, desde finales de los años 50. Su caso ha contribuido enormemente a la investigación sobre la memoria, dada su incapacidad para generar nuevos recuerdos. Si una persona entra en su habitación, H.M. habla con él y adquiere cierta confianza, pero si sale y vuelve a entrar al cabo de unos segundos, el paciente le hablará como si nunca le hubiera visto antes. (Seguir leyendo) (English)
Debido a su incapacidad para recordar lo que acaba de suceder, el paciente H.M. ha pasado años haciendo el mismo rompecabezas, día tras día, y leyendo las mismas revistas sin que sus contenidos le resulten familiares. H.M. vive enteramente con recuerdos a corto plazo de unos pocos segundos de duración y olvida al instante lo que acaba de ocurrir. A veces, mientras realizaba las pruebas neuropsicológicas, el paciente atisbaba durante un instante lo que le estaba sucediendo: “Es como el despertar de un sueño – explicaba - simplemente no recuerdo”.
Su incapacidad llega hasta tal punto que no reconoce a ninguna de las personas que se han interesado por él después de la operación y que le visitan regularmente. No ha aprendido sus nombres ni reconocería a ninguno de ellos si se los encontrara por la calle. Cuando le informaron de la muerte de su tío, al que se hallaba muy apegado, se puso muy mal, aunque enseguida pareció olvidar todo el asunto y más adelante preguntaba, de vez en cuando, si iba a venir a visitarle.
La causa de su dolencia está en la operación para curar su epilepsia a la que le sometieron cuando tenía 20 años. En la intervención se le extrajo buena parte del hipocampo, una zona del lóbulo temporal directamente implicada en la creación de nuevos recuerdos y una de las primeras áreas que sufre daños en los pacientes de Alzheimer.
Después de la operación, H.M. conservó intactos todos sus recuerdos anteriores, pero todo lo vivido desde entonces no ha quedado registrado en su cerebro. Hoy día, 40 años después, H.M. sigue creyendo que tiene 20 años. Cuando se le enseña una fotografía de sí mismo en la actualidad, el paciente no se reconoce.
Más: 1 y 2 / Ver: Redes: ¿Por qué nos engaña el cerebro?
Actualización 7-12-08: Se llamaba Henry Molaison
Debido a su incapacidad para recordar lo que acaba de suceder, el paciente H.M. ha pasado años haciendo el mismo rompecabezas, día tras día, y leyendo las mismas revistas sin que sus contenidos le resulten familiares. H.M. vive enteramente con recuerdos a corto plazo de unos pocos segundos de duración y olvida al instante lo que acaba de ocurrir. A veces, mientras realizaba las pruebas neuropsicológicas, el paciente atisbaba durante un instante lo que le estaba sucediendo: “Es como el despertar de un sueño – explicaba - simplemente no recuerdo”.
Su incapacidad llega hasta tal punto que no reconoce a ninguna de las personas que se han interesado por él después de la operación y que le visitan regularmente. No ha aprendido sus nombres ni reconocería a ninguno de ellos si se los encontrara por la calle. Cuando le informaron de la muerte de su tío, al que se hallaba muy apegado, se puso muy mal, aunque enseguida pareció olvidar todo el asunto y más adelante preguntaba, de vez en cuando, si iba a venir a visitarle.
La causa de su dolencia está en la operación para curar su epilepsia a la que le sometieron cuando tenía 20 años. En la intervención se le extrajo buena parte del hipocampo, una zona del lóbulo temporal directamente implicada en la creación de nuevos recuerdos y una de las primeras áreas que sufre daños en los pacientes de Alzheimer.
Después de la operación, H.M. conservó intactos todos sus recuerdos anteriores, pero todo lo vivido desde entonces no ha quedado registrado en su cerebro. Hoy día, 40 años después, H.M. sigue creyendo que tiene 20 años. Cuando se le enseña una fotografía de sí mismo en la actualidad, el paciente no se reconoce.
Más: 1 y 2 / Ver: Redes: ¿Por qué nos engaña el cerebro?
Actualización 7-12-08: Se llamaba Henry Molaison