“Ah, ahora recuerdo. Ahora recuerdo dónde estoy. Y quién soy. De vuelta en la vieja cloaca de Nueva York donde nací, el lugar en el que no conocí más que hambre, humillación, desesperación, frustración… todas esas malditas cosas. Nada más que sufrimiento. Miro sus jodidas calles y no veo más que miseria, nada más que monstruos. […] A medida que pasaron los años se hizo incluso más horrible para mí. Cuando me acuerdo del puente de Brooklyn, que por entonces era el único que existía… Cuántas veces habré caminado sobre ese puente con el estómago vacío, una y otra vez, buscando una limosna, sin conseguir nunca nada… vendiendo periódicos en Times Square, pidiendo en Broadway, volviendo a casa con diez centavos, tal vez. No me extraña que me hayan quedado estas jodidas pesadillas de por vida. Ni siquiera me explico cómo sobreviví, ni cómo estoy todavía cuerdo. De hecho, aún no sé muy bien si estoy despierto o soñando. Mi vida entera me parece ahora un largo sueño, salpicado de pesadillas”. Henry Miller (In English)