Este curioso alineamiento del sol entre los rascacielos de Manhattan se produce tan sólo un par de días al año (en torno al 30 de mayo) y es especialmente visible en la zona que va desde la calles 14 a la 57. Tal y como cuenta Carlos Fresneda para elmundo.es, las mejores vistas se obtienen desde la calle 42, el observatorio de Naciones Unidas o el mismísimo Times Square. “Durante quince minutos”, explica Fresneda, “el sol encaja prodigiosamente en los cañones de Manhattan y las ventanas lo envuelven todo en una indescifrable bruma amarilla”. (Seguir leyendo)
El nombre de Manhattanhenge (en referencia al conocido templo de Stonehenge) se le ocurrió en el año 2002 a Neil deGrasse Tyson, astrofísico del Museo de Historia Natural de la ciudad, quien desde entonces no para de hacer proselitismo del fenómeno. Su intención es que los neoyorquinos se fijen, al menos un día al año, en lo que ocurre en el cielo.
Leer el post original de Carlos Fresneda en El Mundo /Fotos en Flickr
Archivado en I love New York
El nombre de Manhattanhenge (en referencia al conocido templo de Stonehenge) se le ocurrió en el año 2002 a Neil deGrasse Tyson, astrofísico del Museo de Historia Natural de la ciudad, quien desde entonces no para de hacer proselitismo del fenómeno. Su intención es que los neoyorquinos se fijen, al menos un día al año, en lo que ocurre en el cielo.
Leer el post original de Carlos Fresneda en El Mundo /Fotos en Flickr
Archivado en I love New York