El sueño es más poderoso que las bombas. En su relato de la invasión nazi de la Unión Soviética, Vasili Grossman describe a los soldados durmiendo en el fragor de la batalla. “Se arrojan en la nieve y se quedan dormidos”, escribe. Algunos están tan cansados, que no se despiertan ni “cuando los alemanes les pinchan con sus bayonetas”.
El resto del artículo, en Libro de Notas
El resto del artículo, en Libro de Notas