Cal Orko, dinosaurios en la "pista de baile"

26 septiembre 2008

Imagen: Yatlik.com

En el año 1994, mientras paseaba por los terrenos de una fábrica de cemento en los alrededores de Sucre, en Bolivia, el paleontólogo aficionado Klaus Schütt comprendió que estaba ante un hallazgo fascinante. Ante sus ojos se extendía una pared del tamaño de seis campos de fútbol cubierta de lo que parecían centenares de huellas de dinosaurios.

Schütt telefoneó inmediatamente al Museo de la Historia Natural de La Paz para que enviaran a un paleontólogo que certificara el hallazgo, pero cuando dijo que había más de 500 huellas en el lugar, nadie le creyó. (Seguir leyendo) (English)


Después de varios años tratando de llamar la atención sobre el descubrimiento, la casualidad llevó uno de sus vídeos hasta Suiza, donde el paleontólogo Christian Meyer comprendió inmediatamente que aquello era algo excepcional.

"Fue una visión que te dejaba sin aliento", asegura Meyer, quien se desplazó al lugar en 1998 y tras meses de investigación confirmó la magnitud de lo encontrado: sobre una pared de 80 metros de altura y 1.200 metros de largo, se extendían más de 5.000 huellas de 293 especies distintas de dinosaurios, el mayor yacimiento de pisadas en la historia de la Paleontología.


Entre las marcas, el equipo de Meyer descubrió la huella de la caminata de dinosaurio continua más larga conocida hasta el momento, un paseo de 347 metros de largo protagonizado por una cría de Tyrannosaurus rex bautizada por los científicos con el simpático sobrenombre de "Johnny Walker".


Tal y como atestiguaba aquella superficie, decenas de criaturas habían correteado alegremente por aquel lugar a finales del Cretácico Superior, hace unos 66 millones de años, entre ellas enormes titanosaurios (con huellas de hasta 70 centímetros), voraces terópodos, pacíficos saurópodos y una larga variedad de animales de todos los tamaños cuyas huellas se cruzaban aquí y allá. La profusión de pisadas era tal que a alguien se le ocurrió comparar aquel lugar con una gigantesca “pista de baile” para dinosaurios.

Evidentemente, y aunque alguno haya podido imaginar lo contrario, no se trataba de superdinosaurios capaces de caminar por las paredes. La superficie había sido el lecho de un lago de poca profundidad, desplazado posteriormente hasta la posición vertical por el movimiento de las placas tectónicas, las mismas que formaron la cordillera de los Andes.


Tal y como lo imaginan los científicos, hasta aquel pequeño lago de agua no potable acudían los dinosaurios herbívoros a refrescarse, mientras los carnívoros acechaban y los saurios voladores hacían vuelos rasantes. "Como si fueran bañistas en las playas de Mallorca", aseguraba Meyer sobre el lugar en alguna entrevista.

Hoy día, la pared de Cal Orcko (literalmente “cerro de cal”) no sólo es el mayor yacimiento de huellas del mundo, sino que deja muy atrás a sus competidores. El parque de Moenchenhagen, en Alemania, alberga unas 220 pisadas, mientras que el National Dinosaur Tracks Monument, en Texas, apenas cuenta con 60.



Los esfuerzos de Schütt y Meyer terminaron obligando a las autoridades bolivianas, tan incrédulas al principio, a crear un plan de conservación de las huellas, integradas desde el año 2006 en una gran instalación turística denominada “Parque Cretácico”, en la que, además de la fascinante pared, se pueden ver algunas réplicas de los dinosaurios que algún día poblaron este lugar.

El descubrimiento ha cambiado algunas de las ideas que tenían los paleontólogos sobre los dinosaurios y sigue siendo una fuente constante de sorpresas, pues con frecuencia las lluvias descubren nuevas huellas.

Referencias: Las huellas de Cal Orcko (duiops.net) / Los saurios de Sucre (Artículo de la revista BDW, sept 2001) / Parque Cretácico (web oficial) / Cal Orko (Wikipedia)

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