La primera vez que vieron aparecer a los europeos frente a sus costas muchas tribus sufrieron una fuerte conmoción. En algunas islas de Oceanía, por ejemplo, algunos indígenas confundieron a los primeros visitantes con demonios salidos del mar, criaturas sobrenaturales que aparecían de la noche a la mañana. A muchos kilómetros de allí, en las costas del “Nuevo Mundo”, los indios Pequot utilizaron el inquietante “Alguien viene” para denominar a los hombres llegados del este, mientras que, en el norte, las tribus de esquimales bautizaron a sus visitantes como Shakenataaagmeun, “la gente que viene de debajo del sol”.
Sobre los primeros contactos entre indígenas y europeos existe una amplia bibliografía, escrita casi siempre desde el punto de vista de los “conquistadores”. Sobre la visión de los indígenas, sin embargo, apenas ha quedado huella, a excepción de este valioso testimonio que constituye el nombre con el que las tribus bautizaron a los recién llegados. (Seguir leyendo en la Guía para Perplejos)
Sobre los primeros contactos entre indígenas y europeos existe una amplia bibliografía, escrita casi siempre desde el punto de vista de los “conquistadores”. Sobre la visión de los indígenas, sin embargo, apenas ha quedado huella, a excepción de este valioso testimonio que constituye el nombre con el que las tribus bautizaron a los recién llegados. (Seguir leyendo en la Guía para Perplejos)