“A partir de cinco o seis plantas sabemos que si te caes te vas a matar igual, así que da lo mismo la altura a la que estés”. A Pablo, Carlos y Byron los descubrí encaramados a las paredes de un rascacielos, como una especie de superhéroes. Andaba yo esos días obsesionado con la silueta de las cuatro torres, que queda justo enfrente de nuestra redacción, cuando mi amigo J.J. me llamó por teléfono: “Hay dos alpinistas descolgándose por la torre”, me dijo. En menos de un minuto había cogido la cámara y había partido en su busca.
A una altura de 200 metros, los dos alpinistas apenas eran dos puntitos negros en mitad de la nada. Una vez abajo, nos juntamos a tomar un café en el bar en el que ellos almuerzan todos los días, y me contaron que ellos mismos se impresionan por la experiencia. “Cuando hay nubes”, me explicó Pablo, “parece que vas en un avión”.
También me contaron lo mal que se pasa ahí arriba cuando hace viento o nieva, las extrañas criaturas que a veces salen de las paredes y lo costoso que es subir y preparar el material para apenas unas horas de trabajo. Toda su historia podéis leerla en lainformacion.com y ver más fotos en la fotogalería que he preparado o en el gráfico que ha preparado Chiqui Esteban (pinchad en la pestaña ‘Imágenes’)
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Así se limpia el cielo de Madrid
28 abril 2009
Escrito por Aberrón a las 8:12 | 13 comentarios »