Imagen: Wired
Y no está lo que se dice a tiro de piedra. El sitio en cuestión se encuentra a 4.053 metros de altitud en mitad de la Antártida, a unos 950 kilómetros del Polo Sur y en un lugar tan apartado de la civilización que aún no ha sido pisado por el hombre.
Un equipo de investigadores estadounidenses y australianos acaba de cruzar todos los datos de satélites y estaciones atmosféricas para determinar que este lugar, en la denominada Ridge A (cordillera A), ofrece las condiciones ideales para observar el universo desde nuestro planeta.
“Las imágenes astronómicas tomadas en el Ridge A”, asegura el Dr. Will Saunders, “serían hasta tres veces más nítidas que las obtenidas actualmente por los astrónomos”. “Cualquier telescopio de talla modesta”, añade este investigador, “sería aquí tan poderoso como los mayores telescopios de la Tierra”.
Las condiciones de oscuridad del cielo y la escasa humedad resultan ideales para cualquier observación astronómica. A ello hay que unir la temperatura media de -70ºC y la ausencia de vientos, que elimina las turbulencias atmosféricas que provocan distorsiones en otras altitudes.
A pesar de su inaccesibilidad, colocar un telescopio en este lugar no sería una idea tan descabellada. En la Antártida ya hay varias estaciones robóticas de observación que han dado magníficos resultados, y un estudio publicado en la revista Nature hace unos años concluía que estas estaciones antárticas podrían obtener imágenes de una calidad casi tan buena como las del telescopio espacial Hubble.
Y después de todo, como dicen en Wired, colocar un equipo en este lugar extremo del mundo siempre sería mucho más barato que mandarlo al espacio.
Enlace: Astronomers Find World’s Best Observing Site (Universe Today)