A principios de los años 90, un grupo de expertos recibió el encargo de diseñar las señales de advertencia de la mayor planta de residuos nucleares de EEUU. El objetivo era avisar a las futuras generaciones de que no deben excavar en el lugar durante los próximos 10.000 años.
“Nos pidieron que nos situáramos en el peor escenario posible”, asegura el profesor Finney desde Hawai, “un futuro en el que ninguna de las lenguas actuales siga viva y que todo nuestro sistema cultural haya cambiado por la propia evolución o algún tipo de cataclismo. Y que transmitiéramos un mensaje muy claro: ‘no excaven aquí, manténganse alejados’”.
El resto de la historia la he escrito en Aviso a la humanidad: "¡Aléjense de aquí!" (lainformacion.com) / Fotogalería: Un peligro que dura 10.000 años.
Gracias Juan, Violeta y Laura por la ayuda :-)