Imagen: JPL (NASA)
Parece una locura pero es una de las posibilidades que se investiga por si en un futuro es necesario desviar la trayectoria de un asteroide que se dirija directamente contra la Tierra. La idea es acceder hasta el objeto con una nave y verter sobre él algún tipo de sustancia que focalice la radiación solar en determinada zona. Una vez conseguido, la trayectoria del asteroide podría modificarse ligeramente por la presión de la radiación electromagnética del sol, el denominado Efecto Yarkovsky. (Seguir leyendo)
El efecto fue descubierto alrededor del año 1900 por el ingeniero ruso Ivan Osipovich Yarkovsky, quien observó que la incidencia del sol en un objeto que rota en el espacio podía modificar su órbita. Investigaciones posteriores confirmaron que la radiación del sol en una cara determinada de un asteroide provoca un desequilibrio y modifica la trayectoria del objeto a largo plazo.
Imagen: Nature
Este efecto de que la radiación solar sobre los objetos es el que está detrás de la propia rotación de algunos asteroides (efecto Yorp) y es el que se aplica por ejemplo, en el funcionamiento de las denominadas “velas solares”. Sin entrar en demasiados detalles, el efecto se produce de dos formas: por la radiación “diurna” y la radiación “estacional”. La clave está en la forma en que el asteroide absorbe la energía del sol y la rebota. Durante el día, la radiación calienta la superficie del asteroide y por la noche, aunque se enfría, esa zona sigue emitiendo radiación y provoca una descompensación que es la que acelera el objeto ligeramente.
Pero es necesario recalcar que su influencia solo es significativa en asteroides pequeños, de hasta 10 km de diámetro, y efectiva a muy largo plazo. Para que os hagáis una idea, este efecto fue medido con precisión por primera vez en el asteroide Golevka (imagen de cabecera) y, después de 12 años, los científicos observaron que esta pequeña fuerza había causado una deriva en su trayectoria de 15 Km.
En el caso que nos ocupa, y una vez superadas todas las dificultades técnicas que supondría un proyecto así, colorear una cara del asteroide podría provocar que la radiación incidiera con más fuerza en ese punto y desviar su trayectoria unos kilómetros en un periodo largo de tiempo. Aunque suene fantasioso, la idea podría servir para aplicarla en amenazas a largo plazo, como el peligroso (29075) 1950 DA, cuya trayectoria se cruza directamente con nuestro planeta la Tierra en el año 2880.
Menos espectacular que Armageddon, pero quizá más efectivo.
El diaro Boston Globe ha publicado una interesante infografía con otras soluciones para desviar asteroides. Echad un ojo. Vía: Digg.
* Buenas noticias: Hoy Fogonazos aparece enlazado en la Foto Astronómica del Día de la NASA (APOD) lo que es todo un honor para este humilde blog :-)