Solitarios como fantasmas en el bosque. Durante algunos años, reúnen en torno así una actividad frenética, campeonatos de invierno, multitudes, cámaras, deportistas... Pero llega un día en que, por algún motivo, el viejo trampolín de esquí deja de ser el foco de atracción y todos huyen hacia otros lugares, dejando tras de sí a estos gigantes para que los devore el tiempo.
El trampolín que aparece sobre estas líneas está en la ciudad de Murmansk, en Rusia. No hay mucha información sobre su pasado, pero sí una magnífica colección de fotos donde se aprecia en su plenitud de gigante desvencijado, con sus listones de madera reventados por el abandono. Pero no es un caso aislado. Una rápida búsqueda por la red nos ofrece decenas de ejemplos de otros trampolines en la misma situación, escondidos entre los árboles y cubiertos por el hielo, hasta el punto de que se diría que en cada bosque nórdico hay uno de estos colosos perdido entre la maleza. (Seguir leyendo)
Este otro trampolín es el que metió la idea en mi cabeza, hace algunos años, de dedicar una entrada a estas estructuras abandonadas. Se trata del trampolín de Pitkävuori, en Finlandia, que aparecía en un maravilloso anuncio del Audi Quattro, y que lleva abandonado desde 1994. Tras años de olvido, el trampolín volvió fugazmente a la vida en 2005, cuando el equipo de rodaje del anuncio lo remozó para que pudiera filmarse la escena.
Este otro está localizado en Hämeenlinna,
Más imágenes en: Ralphmires. La primera foto me la mandó Antonio, que a su vez lo vio en Microsiervos. | Archivado en: Abandonos.