Imagen de las muestras tomadas en West Side Highway (PloS)
Decía Gay Talese que Nueva York es esa ciudad en la que “millares de hormigas reptan por la azotea del Empire State”, “llevadas hasta allí por el viento o por las aves”, y que nadie en la ciudad “sabe más sobre esas hormigas que sobre el mendigo que toma taxis para ir hasta el barrio del Bowery”. De vez en cuando, sin embargo, algún estudioso repara en esos pequeños detalles y nos ofrece una visión menos habitual de Manhattan que intrigaría al propio Talese.
Un equipo de biólogos estadounidenses acaba de publicar un estudio sobre la presencia y variedad de hormigas que habitan en la Gran Manzana. Ocho millones de habitantes de la isla pasan por encima de estos pequeños artrópodos cada día sin prestarles demasiada atención, lo que no quiere decir que no la merezcan.
¿Por dónde empezar el muestreo? Los biólogos pensaron que las medianas de las avenidas en las que aún crecen algunos árboles y algo de vegetación podrían ser un buen lugar, de modo que colocaron "trampas" a lo largo de 44 medianas en las avenidas de Broadway, Park Avenue y West Side Highway durante los meses de junio y julio de 2006 y analizaron sus contenidos.
En realidad, como explican en el estudio, colocaron “trampas” en 65 medianas de la ciudad, pero 21 de ellas tuvieron que ser excluidas de la muestra después de ser movidas o estropeadas por los equipos de limpieza o por los jardineros que cortan el césped. Una vez superadas las dificultades, el resultado de la muestra resultó ser un ejemplo de la variedad de vida que puede albergar una ciudad, a pesar de que nos parezca un lugar inhabitable.
En total, los biólogos recogieron 6.619 hormigas de 13 especies diferentes en las 44 medianas seleccionadas. En algunos lugares, como las aceras centrales de Broadway, viven hasta doce especies diferentes de hormigas en perfecta armonía y sin grandes problemas de supervivencia. Las más abundantes, por este orden, son la conocida como “hormiga del pavimento” (Tetramorium caespitum), la “hormiga ladrona” (Solenopsis molesta) y la “hormiga del maíz” (Lasius neoniger). Las dos últimas son nativas de EEUU, pero la primera, y otras muchas, proceden de los más diversos lugares del planeta.
Entre la muestra, por ejemplo, aparecieron numerosos ejemplares de la especie Nylanderia flavipes, que proviene probablemente de Japón y se recogieron cuatro ejemplares de la temida “hormiga aguja asiática” (Pachycondyla chinensis), los primeros que de los que se tiene constancia en el estado de Nueva York. Esta hormiga de origen chino está considerada una amenaza para la salud pública en otros estados, debido a lo dolorosas que resultan sus picaduras.
En resumen, la muestra recogía ejemplares especies autóctonas, especies nativas, especies comensales de los humanos que viven preferentemente en el cemento, especies que suelen vivir en los bosques y que necesitan la cercanía de los árboles… un abanico y variedad de hormigas que suelen estar presentes en otras grandes urbes y que forman parte de ese ecosistema invisible de las ciudades del que tan poco sabemos y que tenemos justo debajo de nuestros pies.
Estudio: Biodiversity on Broadway - Enigmatic Diversity of the Societies of Ants (Formicidae) on the Streets of New York City (PLoS One)
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