Después de 200 años creyendo que sabíamos cómo absorben el néctar los colibrís, una investigación usando grabaciones a altísima velocidad acaba de servir a un gupo de científicos para demostrar que estábamos equivocados. Los investigadores, que publican su trabajo en PNAS, demuestran que la absorción no se produce por capilaridad sino que realmente atrapan el néctar enrollando la lengua. Los vídeos muestran cómo la lengua se ramifica y regresa cargada de néctar. A pesar de todo, aún hay mecanismos sin explicar y muchas pruebas por hacer.
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