Para nuestro siguiente truco necesitaremos un recipiente con agua y unas bolas. Para no restarle un ápice de emoción, os pediré lo mismo que Stephen Fry a los invitados en su programa de la BBC: contad las bolas que veis en el agua y esperad a la solución.
¿Sorprendidos? Las bolas extra que aparecen en el agua están rellenas de un hidrogel, probablemente una poliacrilamida, una sustancia con muchas utilidades, como la fabricación de las lentes de contacto que muchos lleváis. Lo que se ve en el vídeo no es un truco de magia sino consecuencia del índice de refracción de este hidrogel. Al ser muy similar al del agua, la luz se comporta de manera casi idéntica y nuestro ojo no puede distinguir las bolas dentro del líquido.
Cuando hablamos de índice de refracción, estamos hablando de la reducción que experimenta la velocidad de la luz al penetrar en un medio. Si la luz que pasa a través del agua atraviesa un objeto que tiene el mismo índice de refracción, éste no aparece ante nuestros ojos. La propiedad de estos hidrogeles es muy conocida y hay muchos vídeos en la red donde se muestra su capacidad para desaparecer. En el siguiente vídeo, podéis ver cómo se introducen las pequeñas perlas sólidas de hidrogel y al cabo de unas horas se hinchan con agua y se vuelven casi invisibles. (Seguir leyendo)
Pero no es una propiedad única de los hidrogeles, cualquier otro material, como un cristal, experimenta el mismo efecto siempre que tenga el mismo índice de refracción.
Otro truco muy conocido en los laboratorios es utilizar la glicerina para hacer "desaparecer" objetos de vidrio. En este vídeo podéis ver cómo al introducir una varilla de cristal en un recipiente lleno de glicerina, éste desaparece. Esto se debe a que el índice de refracción de la glicerina (1,473) es muy similar al del vidrio (1,52), de modo que la luz los atraviesa de forma muy parecida y no los distinguimos.
Si no conocías el truco y te ha gustado, puedes sorprender a algún amigo estas navidades juntando un poco de glicerina y haciendo desaparecer una botella. ¡Seguro que se queda patidifuso! ;-)
* Por cierto, la experiencia se puede repetir con aceite corporal de bebés. Mirad qué bien se ve en este ejemplo.