Ilustración: Jonathon Rosen (The New York Times)
"Un día de 1788, los estudiantes de la Escuela de Medicina Hunteriana de Londres estaban diseccionando un cadáver cuando descubrieron algo sorprendente. La anatomía del hombre muerto era una imagen en espejo de la normal. Su hígado estaba a la izquierda en lugar de a la derecha. Su corazón había estado latiendo en su lado derecho en vez de en el izquierdo.
Los estudiantes nunca habían visto nada como aquello y corrieron a buscar a su profesor, el médico escocés Matthew Baillie, que se quedó tan atónito como ellos. "Esto es tan extraordinario como escasamente visto por los más célebres anatomistas", escribió después.
Su informe fue la primera descripción de la enfermedad, que pasó a conocerse como Situs inversus y se cree que afecta a una de cada 20.000 personas. Baillie argumentó que si los médicos podían averiguar cómo se producía esta extraña situación, podrían entender como distinguen nuestros cuerpos el lado derecho del izquierdo" [...]
"El Situs inversus, el giro de los órganos que Baillie describió en 1778, puede que sea el más radical de estos desórdenes, pero es también uno de los menos dañinos.
"La gente puede estar andando por ahí con su eje completamente invertido, y nadie lo sabe hasta que tu médico se da cuenta de que tu corazón no está donde debería", asegura el doctor Burdine.
Este cambio es relativamente seguro porque todos los órganos están alineados con los otros. "Tú te ves a ti mismo como en un espejo, y pareces perfectamente normal", asegura el doctor Norris. "No dejas de parecer humanos solo porque te ves al revés".
El verdadero peligro está, al parecer, en los reversos incompletos, "cuando tienes una confusión, cuando las cosas no encajan del todo", como dice el doctor Norris.
Los más preocupantes son los casos en los que corazón está afectado. "Si pones el corazón en el lugar equivocado y todo lo demás está en el sitio correcto", dice el doctor Burdine, "eso es casi siempre fatal".
En otros casos, el corazón se desarrolla correctamente en la parte izquierda del cuerpo, pero las estructuras internas - las válvulas y ventrículos- crecen en el lado erróneo. Estos desórdenes pueden no ser fatales inmediatamente, pero se pueden hacer peligrosos a lo largo de los años y requerir una cirugía compleja para arreglar el corazón".
Puedes leer el reportaje completo en The New York Times, otra maravilla de Carl Zimmer.
Enlace: Growing Left, Growing Right (NYT)