Las ballenas se queman la piel, tienen ampollas y se ponen morenas. Son algunas de las conclusiones más llamativas de un estudio publicado esta semana en Scientific Reports, en el que se ha estudiado la piel de tres tipos de ballenas durante un período de dos años a su paso frente a las costas de California. Entre 2007 y 2009, los investigadores tomaron 106 muestras de la piel de ballenas azules, 55 de rorcuales comunes y 23 de cachalotes, y las biopsiaron en busca de mutaciones e indicadores genéticos.
Puedes leer el primer artículo completo en: Cómo usar a las ballenas como detectores de radiación (Zientzia Kultura)
* Desde hoy, estreno una colaboración semanal con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, en una sección que se llamará Frontera. La idea es transmitir por qué la ciencia es fascinante y necesaria a la vez.