Algunos neurocientíficos estudian desde hace tiempo la manera en que nuestro cerebro experimenta la belleza y aprecia las obras de arte. Las pruebas con neuroimagen indican que la corteza prefrontal, fundamental en tareas como la toma de decisiones o la solución de problemas, está implicada en el proceso, pero no se conocen bien los detalles. Un equipo de investigadores acaba de publicar en la revista SCAN un estudio en el que demuestran que pueden alterar la experiencia que vive una persona ante un cuadro mediante la estimulación externa del cerebro, lo que les permite localizar el área donde se procesa esta información de manera más precisa. Pero esto, ¿cómo se hace?
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