Lo que veis en la imagen parece una morcilla churrascada, pero es una pieza importantísima para la paleontología y la neurociencia. Se trata del cerebro más antiguo que se conserva hasta la fecha y fue encontrado en las excavaciones de Seyitömer Höyük, en Turquía, un asentamiento humano de la Edad de Bronce cuya antigüedad se estima en torno a los 4000 años.
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