Imagen: Jose A. Moya - UA
"Hace dos mil años un barco romano con lingotes de plomo extraído de la Sierra de Cartagena se hundió frente a las costas de Cerdeña. Desde 2011 más de un centenar de estos lingotes se emplea para recubrir el Cryogenic Underground Observatory for Rare Events (CUORE), un avanzado detector de neutrinos –partículas subatómicas casi sin masa– en el Laboratorio Nacional Gran Sasso de Italia. En el siglo XVIII naufragó otro barco cargado de lingotes de plomo en la costa de Francia. Una empresa cazatesoros recuperó este material y, aunque tuvo problemas con las autoridades francesas, logró venderlo al equipo del Cryogenic Dark Matter Search (CDMS). Este detector localizado en una mina de Minnesota (EE UU) busca indicios de la enigmática materia oscura, que se supone constituye un cuarto del universo.Tenéis más info de este historión en la agencia SINC y también en Retiario, donde Pepe Cervera apunta que "el uso de este material recuerda la famosa historia del acero de blindaje procedente de la flota alemana de la Primera Guerra Mundial que acabó en la Luna como parte de detectores de radiación".
Estos dos ejemplos han servido de referencia para el debate que dos investigadores españoles afincados en Reino Unido han abierto entre los arqueólogos, molestos con la destrucción del patrimonio histórico subacuático, y los físicos de partículas, satisfechos de encontrar un material único para sus investigaciones sobre neutrinos y materia oscura.
“El plomo romano resulta esencial para la realización de estos experimentos, ya que ofrece una pureza y unos niveles tan bajos de radiactividad –tanto más cuanto más tiempo hayan estado sumergidos– que no se pueden alcanzar con los métodos actuales de producción de este metal”, explica a SINC la arqueóloga subacuática Elena Pérez Álvaro desde la Universidad de Birmingham."
Enlaces: Polémica sobre el uso de lingotes romanos para investigar materia oscura y neutrinos (SINC) | Físicos contra arqueólogos: cuando las ciencias colisionan (Retiario)