Imagen: Mark Harkin (Flickr, CC)
Si alguien quiere dejarte pegado a la silla basta con que utilice esta fórmula. "Tengo dos noticias que darte, ¿cuál prefieres primero, la buena o la mala?". Si el que te dice algo así es tu médico, o alguien que te importa, se te pondrá un nudo en el estómago, pero ¿cuál es la que tendemos a elegir? Y si te toca dar las dos noticias a ti, ¿cuál prefieres dar primero?
Leer: Tengo dos noticias, una buena y una mala… ¿cuál quiere tu cerebro primero? (Neurolab)