Al ilustrador holandés Sam Loman se le ocurrió que el cuerpo humano se podía representar como un mapa de metro mientras viajaba por la ciudad. "Cuando caminas por la calle", explica, "ves los coches y la gente pero no eres consciente de que existe un mundo subterráneo. Debajo de la ciudad hay otro mundo, y debajo de tu piel también". Su proyecto "Underskin" (bajo la piel) se incluye dentro de un libro que intenta explicar anatomía para niños.
En este particular plano hay ocho líneas. Y como en un metro real, cada línea tiene su punto de arranque y destino. La línea 2, la del Sistema Nervioso, arranca en el cerebro y llega a los dedos de los pies. La línea 3, del aparato Digestivo, arranca en la boca y termina en el ano, aunque tiene una vía muerta que lleva hasta el apéndice.
Extra bonus: Los amigos de Microsiervos publicaron hace unos días la ampliación de línea que nos faltaba: ¡la cabeza!
Si navegáis por esta ilustración de Miguel Andrés podréis tomar la línea que lleva a la estación Hipotálamo, Amígdala y la "Universidad de Broca". Muy bueno también :-)
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