Un experimento demuestra que las pitones birmanas son capaces de orientarse en el espacio y regresar a su lugar de origen. El equipo de Shannon Pittman de la Universidad de Missouri-Columbia, se desplazó al parque de los Everglades y capturó 12 de estas serpientes pitones, a las que colocó un localizador. A continuación, los científicos dividieron las serpientes en dos grupos. Uno de control, con seis pitones que se quedaron en su localización original, y otro grupo de seis serpientes a las que trasladaron en coche (y en el interior de contenedores de plástico sellados) a distintos puntos del parque, alejados del lugar de captura entre 21 y 36 km.
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