Podríamos decir que esta historia empieza muy atrás, el 9 de julio de 1931, la mañana en que la pequeña Rosa González Pérez, de 11 años, se encontraba jugando a las afueras del municipio leonés de Ardón cuando escuchó un gran estruendo y vio caer a pocos metros de ella una pequeña roca humeante procedente del cielo. Pero la historia comienza mucho antes: hace unos 4.565 millones de años, cuando la Tierra estaba a punto formarse.
Seguir leyendo en: La anciana leonesa que guardaba un trozo del primer Sistema Solar en una cajita (Next)