Imagen: Joffrey Monnier/MSF
En la zona de acceso restringido hay un tipo con traje protector, guantes y mascarilla. Su figura se mueve alrededor del paciente, parece estar realizando alguna clase de tratamiento, pero no es un médico. Los habitantes de la zona le conocen como el "doctor Hoja" y es algo parecido a un chamán o un curandero local. Los voluntarios de Médicos sin Fronteras (MSF) le han dejado acceder con la condición de que mantenga todas las precauciones y evite el contacto con el enfermo. "En todas estas crisis", explica Luis Encinas, "hay una parte muy grande de negociación. El enfermo nos pidió que, ya que no podíamos curarle, le dejáramos probar con su medicina tradicional. Y como para él era importante, accedimos con todas las precauciones".
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