Por si el pulpo manta nos parecía poco fascinante, descubro vía Skunkbear que este animal es capaz incluso de utilizar el veneno de otros como defensa. En concreto, los pulpos manta son inmunes a la terrible picadura de la carabela portuguesa (Physalia physalis) y los individuos jóvenes arrancan los tentáculos de estos animales y los adhieren a sus ventosas para usarlos como arma defensiva.
En esta imagen, por ejemplo, tenéis a un ejemplar joven de Tremoctopus gracilis y señalado con una flecha los tentáculos de carabela que lleva prendidos en su cuerpo. Este comportamiento, que demuestra una enorme inteligencia, fue documentado por primera vez en 1963 (ver PDF), cuando se descartó que se tratara de un fenómeno accidental. Se conocen otros casos de animales que usan las armas de otros para defenderse, como los cangrejos que se protegen con trozos de anémona, pero el caso de los pulpos manta es el único en que el animal lo utiliza también para atacar. [Vía Skunkbear]
