Imagen: Irene Grassi (Flickr, CC)
La idea de que el sexo es peligroso para el corazón se repite en artículos y películas desde hace años. Es frecuente la escena en la que uno de los protagonistas sufre un infarto mientras está realizando el coito, como si el ejercicio físico necesario fuera un factor de riesgo para alguien con problemas del corazón. Pero lo que dicen los estudios sobre el asunto es bien distinto.
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