Durante los últimos 15 años el Departamento de Energía de Estados Unidos ha estado almacenando los restos nucleares procedentes de su programa de defensa en un depósito enterrado a 600 metros bajo el desierto de Nuevo México. La Planta Piloto para el Aislamiento de Residuos (WIPP) está diseñada para albergar los residuos con elementos más pesados que el uranio, los denominados transuránicos, como el plutonio-239, con un periodo de decaimiento de unos 24.000 años, o el plutonio-240, con una vida media de 6.500 años. El lugar - un lecho de sal que ha permanecido estable durante los últimos 200 millones de años - se consideró ideal para almacenar el material procedente de las miles de cabezas nucleares y mantenerlo aislado de la superficie durante los próximos 10.000 años. Para garantizarlo, el gobierno encargó un plan de comunicación y seguridad para que la humanidad se mantuviera alejada del lugar en un futuro lejano.
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