No se alarmen, las dos criaturitas, Jimmy y Johnny, no sufrieron ningún daño y suponemos que tuvieron una vida feliz. El vídeo muestra una serie de demostraciones que se hicieron en la década de 1930 para comprobar distintas habilidades innatas de los bebés. Lo que veis es el llamado reflejo de prensión, algo que tienen todos los niños en sus primeros meses de edad y el motivo por el cual cuando notan un contacto en la mano se aferran a lo que pillan para no caerse.
El caso de los bebés es uno de los muchos ejemplos que ponen en Vox para mostrar algunas huellas que ha dejado la evolución en nuestros propios cuerpos. En el vídeo se mencionan algunos vestigios conocidos, como el hueso cóccix (que son los restos de nuestra antigua cola) y otros no tanto, como el músculo Palmaris longus, que está ausente en un 14% de la población. Este músculo a nosotros ya no nos sirve para nada (es lo primero que quitan los cirujanos para reconstruir otras zonas del cuerpo) y para nuestros hermanos primates sigue siendo importante. Haz la prueba: si al juntar pulgar y meñique, ves un tendón, eres de los poseedores del músculo vestigial.
Entre las curiosidades que se mencionan está el de la capacidad de mover las orejas (yo la conservo, un día subo un vídeo). En pruebas con electrodos se ha detectado actividad eléctrica en los músculos de las orejas ante un estímulo acústico, como si nuestro organismo aún tuviera parte de los mecanismos que otros mamíferos utilizan para dirigir su atención como si fueran un radar. Estos y otros ejemplos podéis disfrutarlos en el vídeo "Proof of evolution that you can find on your body" (pruebas de la evolución que puedes encontrar en tu cuerpo). Una pena que no esté subtitulado en español, pero en el resumen que os he hecho están algunos de los detalles más chulos.
¿Pero qué hacen estos bebés colgando como Tarzán?
21 marzo 2016
Escrito por Aberrón a las 18:54 | 2 comentarios »