La imagen está tomada en 1979 en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de Estados Unidos y en ella vemos a una empleada abrir una puerta de casi 2,5 metros de grosor y un peso de 44 toneladas. Un mecanismo hidráulico en las bisagras permitía abrir el sistema con facilidad, pues de lo contrario sería imposible mover semejante mole, cuya estructura de acero estaba rellena de hormigón. La puerta protegía el laboratorio RTNS-II (Rotating Target Neutron Source-II) la fuente más intensa del mundo de fusión continua de neutrones. Los físicos estadounidenses estaban probando aquí materiales que pudieran usarse en las centrales nucleares del futuro. Vía: James Park