El cielo estrellado es un mapa del pasado y en ocasiones el escenario de una historia de detectives. La que hoy nos interesa comienza el 5 de diciembre de 1956 en la cubierta de un barco japonés, el que protagoniza la primera expedición científica nipona a la Antártida y que en la travesía del Índico fue testigo de una lluvia de meteoros espectacular, a la que bautizaron como “lluvia de Fénix” por la constelación bajo la que apareció. Sin embargo, durante las siguientes décadas, aquel fenómeno nunca volvió a ser observado. ¿Dónde habían ido aquellas estrellas que caían al océano bajo las alas del Fénix?
Seguir leyendo en: Tras la pista del cometa muerto (Next)
Tras la pista del cometa muerto
29 agosto 2017
Escrito por Aberrón a las 16:27 | 0 comentarios »