Cuando Paula Hernández extrae la sangre de Nuria sabe que esos 72 mililitros de líquido son un pequeño tesoro. De esta pequeña muestra saldrán 32 frasquitos con las lágrimas que esta paciente se llevará a casa y se echará en los ojos durante las próximas semanas para tratar su xeroftalmia u “ojo seco”, un problema que afecta a buena parte de la población, especialmente a las mujeres de más edad.
Seguir leyendo en: El oficio de fabricante de lágrimas (Next)
El oficio de fabricante de lágrimas
05 septiembre 2017
Escrito por Aberrón a las 9:46 | 1 comentarios »