Imagen: © Santiago Borja
Cuando uno mira las instantáneas tomadas por Santiago Borja, siente que está ante un instante de belleza único y efímero, que se habría perdido para siempre si no fuera por su paciencia y sagacidad. En ellas apreciamos enormes arcos eléctricos que cruzan el cielo de un extremo a otro e iluminan el océano a muchos kilómetros de distancia, gigantescos cumulonimbos que se alzan en la oscuridad como gigantes enfurecidos y ofrecen una idea de las dimensiones del cielo como pocas veces hemos visto. Conversamos con él durante una de sus escalas en Madrid.
Leer: El piloto que fotografía tormentas nocturnas: “Es como estar en otro planeta”