Los que seguís este blog con asiduidad conoceréis de sobra a Guillaume Néry, el buceador francés que ha batido todos los récords descendiendo más de cien metros en apnea y cuyos vídeos son de una belleza sobrecogedora. Por algún motivo no había descubierto su charla TED hasta ahora y me ha parecido aterradora y maravillosa a la vez. En ella describe, paso por paso, cómo es uno de sus descensos a las profundidades, con momentos en los que tiene que superar sus propios impulsos de respirar y abandonar el intento. Pero lo que más me ha impresionado es lo que sucede en los últimos metros del ascenso, donde los deseos de respirar son casi incontrolables. Lo describe así:
Tercera cosa que se añade: el deseo de respirar. Porque no soy un hombre pez. Soy un ser humano y el deseo de respirar me hace volver a esta realidad. Así que a los 60 o 70 metros, el impulso está presente. Y entonces, con todo lo que está sucediendo, puede ser muy fácil perder completamente el pie, y caer en el pánico. En este punto, podemos decir: "¿Dónde está la superficie? Quiero la superficie y respirar ya". Es importante no hacerlo. Nunca mirar a la superficie con los ojos o con la mente. No proyectar, nunca. Permanecer en el momento. Me quedo con la mirada justo ante mí, a la cuerda. La cuerda es el vínculo que me lleva a la superficie. Y me quedo centrado en el momento presente. Porque si quiero llegar a la superficie, me entra el pánico y si me entra el pánico, se acabó.
Si queréis intentar comprender un poco mejor lo que supone esta experiencia, no dejéis de ver su charla, subitulada en español. No os dejará indiferentes: