El 19 de noviembre de 1969 el comandante de la misión Apolo 12, el astronauta Pete Conrad, se convirtió en el tercer ser humano en pisar la superficie de la Luna. Y sus primeras palabras nada más descender por las escalerillas fueron un chiste sobre su propia estatura. “¡Whoopie!”, exclamó. “Ese pudo haber sido un pequeño paso para Neil [Armstrong], ¡pero ha sido uno grande para mí!”. El chiste, que se atribuye a una apuesta con la periodista Oriana Fallaci, fue un gran éxito y relajó la tensión en Houston, convirtiendo el humor en una vía de escape para momentos tan trascendentes. Medio siglo después, los investigadores que trabajan para la NASA en una futura misión a Marte están convencidos de que el humor no solo debe ser algo que salga de forma natural entre los astronautas, sino que consideran que la presencia de alguien bromista puede ser determinante para su éxito.
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Se necesita astronauta bromista para viajar a Marte
19 febrero 2019
Escrito por Aberrón a las 18:01 | 0 comentarios »