En la película “Astérix y Cleopatra”, Obélix se encarama a la Gran Esfinge de Guiza para tener mejores vistas y destruye la nariz por accidente. Acto seguido, los dueños de los tenderetes que venden réplicas en los alrededores toman un martillo y un escoplo y actualizan a toda prisa sus estatuillas destruyendo sus narices. Aunque la escena no es más que una broma, la imagen de los destructores de narices cobra plena actualidad después de que el historiador y egiptólogo estadounidense Edward Bleiberg haya propuesto la posibilidad de que la mutilación de las estatuas egipcias no fuera un hecho accidental.
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El misterio de las estatuas egipcias sin nariz
08 abril 2019
Escrito por Aberrón a las 8:45 | 0 comentarios »