Hace unas semanas os hablé en RNE3 del origen orgánico de muchos de los paisajes terrestres que ahora contemplamos, acantilados formados por la acumulación de trillones de cocolitóforos, montañas formadas a partir del material calcáreo dejado por miles de seres vivos. Hoy os dejo aquí una historia no tan conocida como merece, la de cómo oceanógrafa Penny Chisholm descubrió el papel de las cianobacterias Prochlorococcus, la especie fotosintetizadora más abundante del planeta.