Debajo de las montañas de Las Villuercas, en Cáceres, hay un jardín de flores de cristal. El 14 de marzo de 1967, un labrador de la zona trabajaba en un olivar cuando vio que las patas traseras de su mula se hundían en la tierra al tiempo que salía un chorro de vapor. Cuando los técnicos del Instituto Geológico y Minero visitaron la sima unos meses después, descubrieron una cueva que, desde el punto de vista geológico, nadie esperaba encontrar allí, en un terreno de cuarcitas y pizarras con muy poca roca caliza. Y quedaron deslumbrados por el espectáculo. “La primera persona que entró aquí debió sentirse en otro planeta”, asegura la investigadora Rebeca Martín en el interior de la “sala del jardín”, la más llamativa de la cueva de Castañar.
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Descenso al jardín de flores subterráneas
27 febrero 2020
Escrito por Aberrón a las 20:18 | 1 comentarios »